La aplicación estrella del aprendizaje de idiomas, Duolingo, da un giro radical: ¡inteligencia artificial (IA) por todas partes! Pero esta revolución tecnológica, que promete maravillas, se hace a costa de sus contratistas y siembra dudas entre sus fieles.
Entonces, ¿Duolingo y la IA, matrimonio de conveniencia o falsa buena idea? Adentrémonos en los entresijos de una transformación que sacude el mundo de la tecnología y la educación. A finales de 2023 y principios de 2024, llega la noticia: Duolingo despide a aproximadamente un 10% de sus trabajadores contratados. ¿La razón alegada? El uso creciente de la IA. Un primer trueno que anuncia una tormenta mucho mayor.
22/05/2025 23:03 JérômeImagina una empresa que, de la noche a la mañana, decide que la IA puede hacer el trabajo igual o mejor que parte de sus equipos. Esa es la apuesta arriesgada de Duolingo. En abril de 2025, su CEO, Luis von Ahn, oficializa la estrategia "IA-first": la IA primero. En un correo interno, rápidamente compartido en LinkedIn, deja clara su postura: la empresa dejará gradualmente de contratar trabajadores temporales para las tareas que la IA pueda gestionar. Para Duolingo, esta transición es tan fundamental como su cambio a "mobile-first" (móvil primero) a principios de la década de 2010, un pilar clave de su éxito.
Concretamente, esta estrategia "IA-first" se basa en varios pilares impactantes:
Fin programado de los contratistas: Si la IA puede hacerlo, ¿para qué pagar a un humano? Es la lógica implacable detrás de la decisión de reemplazar a los trabajadores temporales cuyas tareas se consideran automatizables.
La IA, nuevo criterio de contratación: A partir de ahora, para unirse a los "Duos" (empleados fijos de Duolingo), es mejor estar familiarizado con la IA, ya que su conocimiento se convierte en un requisito para el empleo.
La IA en las evaluaciones: Los "Duos" actuales también serán evaluados por su capacidad para utilizar la IA. Presión, ahí la tienes. No se contratará si la IA puede hacer el trabajo: Los equipos solo podrán contratar si demuestran que el trabajo no puede automatizarse más. Una política que resuena con otros gigantes tecnológicos como Shopify.
¿Por qué este giro? Duolingo lo tiene claro: ¡es por nuestro bien! O al menos, para acelerar masivamente la creación de contenido educativo. Según Luis von Ahn, para enseñar bien, se necesita una "cantidad masiva de contenido", y hacerlo manualmente simplemente "no es escalable". Gracias a la IA, la empresa presume de haber creado 148 nuevos cursos en menos de un año, frente a los 12 años que tardó en desarrollar sus primeros 100 cursos. Un ritmo frenético para, según dicen, hacer la educación accesible para todos. El otro argumento contundente es la eficiencia: la IA permitiría "eliminar cuellos de botella" y liberar a los empleados fijos para que se centren en un "trabajo creativo".
Pero hay un "pero", y grande. El propio CEO reconoce que esta rápida transición hacia la IA podría provocar "pequeñas caídas ocasionales en la calidad". Un compromiso que consideran aceptable para no "perder el tren" de la revolución de la IA. Aquí es donde duele para muchos usuarios.
Esta estrategia "IA-first" ha desatado una ola de críticas. En redes sociales como Reddit o Twitter/X, las quejas no se hacen esperar. Los usuarios se declaran "furiosos", "decepcionados" e incluso con el "corazón roto". ¿La razón? Primero, la ética. Muchos no aceptan el reemplazo de trabajadores humanos por algoritmos, viendo en ello una búsqueda de beneficios a costa de las personas. Algunos incluso cancelan sus suscripciones para no apoyar tal política.
Además, y quizás lo más preocupante para una aplicación educativa, la calidad parece estar sufriendo. Los testimonios de usuarios reportan errores gramaticales, traducciones incorrectas o torpes, frases "sin sentido" y fallos en la pronunciación. Un contenido a veces calificado de "basura". Uno de los ejemplos más llamativos mencionados en el documento es la dificultad de la IA para manejar las sutilezas de los idiomas, como el género de los sustantivos en alemán o las declinaciones en polaco, o incluso lenguas menos comunes para las que los modelos de IA están menos entrenados, como el irlandés. Aprender un idioma no es solo juntar palabras; es entender matices, un contexto cultural. Y la IA, por muy buena que sea para procesar grandes cantidades de datos, aún tropieza en este terreno.
El caso de Duolingo ilustra perfectamente la tensión actual entre la innovación tecnológica y sus implicaciones humanas y cualitativas. Al querer ir rápido, muy rápido, la empresa arriesga sacrificar lo que la hizo exitosa: cierta calidad pedagógica y un vínculo de confianza con su comunidad. Además, el documento proporcionado subraya una paradoja: Duolingo afirma que humanos siguen revisando el trabajo de la IA, pero la estrategia general busca reducir esos mismos recursos humanos. ¿Cómo mantener una supervisión de calidad en estas condiciones?
La empresa parece apostar a que los beneficios de la IA (rapidez, volumen) superarán las críticas y las posibles caídas en calidad. Una apuesta audaz, especialmente cuando se trata de educación, donde la fiabilidad es clave.
¿Lo sabías?
Según el documento, incluso antes de oficializar la estrategia "IA-first" en 2025, Duolingo ya había prescindido de aproximadamente el 10% de sus contratistas a finales de 2023 y principios de 2024, vinculando esta reducción a la IA. Una especie de prueba antes del gran salto.
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La transformación de Duolingo es emblemática de los desafíos que plantea la IA. Si bien la promesa de multiplicar la creación de contenido es tentadora, la realidad muestra usuarios preocupados y una calidad que parece flaquear. ¿Logrará la empresa demostrar que la IA puede ser más que un simple cortador de costes y realmente mejorar el aprendizaje de idiomas sin perder su esencia? El tiempo lo dirá.
Una cosa es segura: el búho de Duolingo ha decidido volar a toda velocidad hacia el cielo de la inteligencia artificial. Esperemos que no queme sus alas olvidando a quienes le enseñaron a volar: sus usuarios y los humanos que, hasta ahora, moldeaban sus lecciones.
Jerome
Experto en desarrollo web, SEO e inteligencia artificial, mi experiencia práctica en la creación de sistemas automatizados se remonta a 2009. Hoy en día, además de redactar artículos para descifrar la actualidad y los desafíos de la IA, diseño soluciones a medida e intervengo como consultor y formador para una IA ética, eficiente y responsable.